El descubrimiento de las células madre es el gran avance de la medicina del siglo XX. Tradicionalmente se creía que las células madre embrionarias eran la única fuente de células pluripotentes y aunque aún se sigue estudiando su utilización, la cosmética ha encontrado en ellas otro beneficio: la restauración de las células de la piel y con esto un alto al envejecimiento.
La disminución del potencial de regeneración a nivel tisular es la mayor contribución al proceso de envejecimiento. Debido a que la regeneración celular necesaria para reparar y remplazar los tejidos depende principalmente de las células madre adultas, una disminución en la actividad de las mismas podría directamente facilitar el proceso de envejecimiento.
Aunque la cosmética no utiliza células madre humanas, reproduce el efecto de estas con células de origen vegetal en estado embrionario que promueven las proteínas esenciales de la piel para regenerar el tejido del rostro y recuperar su firmeza.
Las Células Madre vegetales, son células no especializadas cuyo objetivo es la reproducción. Las plantas adultas contienen Células Madre Totipotentes y su función es regenerar nuevos órganos, hojas, raíces, flores, inclusive la planta entera. Su aplicación en cosmética y dermatología es una revolución ya que implica una regeneración y renovación celular constante.
De acuerdo a los nuevos resultados se demuestra que las células madre pueden ser simplemente reprogramadas al adicionar factores específicos de su entorno. Esto muestra que los tratamientos que afectan los controles epigenéticos podrían estimular la función de las células madre adultas, que a su vez tienen un verdadero potencial anti-envejecimiento.
